La temperatura de las distintas piletas tiene variantes para todo los gustos, las misma varian entre 39º, 41º, 43º y 46,5º
El uso de aguas termales con fines de hidroterapia en la cuenca del mediterráneo era conocido desde la antigüedad, como demuestran restos arqueológicos, testimonios tanto literarios como científicos y numerosos epígrafes. Se trata de tratamientos que en líneas generales no han variado en veinticuatro siglos, con el alternarse de los acontecimientos y salvo la aplicación de tecnologías evolucionadas, desde los tiempos de los grandes filósofos griegos. El mismo Hipócrates animaba al uso de las termas y en el tratado uso de los líquidos, decantaba las virtudes de las aguas minerales y de los manantiales de agua caliente.
Con el paso del tiempo, la aplicación del método experimental ha llevado a un enfoque innovador de la utilización terapéutica de las aguas, introduciendo nuevos métodos de tratamiento.
Afortunadamente, la evolución de la sociedad y el aumento de la disponibilidad financiera en todas las capas de la misma han puesto a disposición de todos las ventajas de los tratamientos termales, que no sólo se deben a las propiedades curativas de las aguas, sino también a la belleza y a los atractivos del medio ambiente en que generalmente se encuentran los centros termales. El concepto de tratamiento, considerado también un instrumento para reponer energías y ponerse en forma, está asociado con acierto al concepto de vacaciones y de uso inteligente del tiempo libre.
La antigua tradición de las aguas termales se actualiza de este modo y, hoy más que nunca, la aplicación de nuevos métodos la convierten en un instrumento esencial de la medicina moderna. Los principales tratamientos que se llevan a cabo se describen guías específicas.
La eficacia del termalismo por tanto está ligada a la calidad de vida global en los centros termales: sin lugar a dudas es cierto que en los “tratamientos” de reposo y de temporada, el ambiente tiene una gran importancia y es útil disfrutar de una estancia con amplias características, tanto en lo referente a las posibilidades de adquirir nuevos conocimientos en ámbito cultural y artístico como en lo referente al clima.
El proceso de emprender la explotación de aguas termales comenzó en María Grande en una Asamblea Popular realizada el 22 de Agosto de 1998 en la Escuela Nº 67 "Semana de Mayo", convocada por iniciativa del entonces diputado provincial Ing. Rubén S. Rezett y el apoyo del entonces Presidente Municipal Ruperto O. Schamle.
Luego se sucedieron dos años de reuniones y convocatorias públicas con la comunidad para concientizar sobre las perspectivas de la actividad, el estudio de la misma y aprehender conocimientos de emprendimientos similares en otros lugares de la provincia.
El 20 de Marzo de 2000 y ante las dificultades en conseguir financiamiento para su realización como emprendimiento público municipal, se constituye una sociedad accidental Presidida por el Ing. Rubén S. Rezett, con participación minoritaria del Municipio –que presidido por el Dr. Carlos A. Castaldo fue importante impulsor del proyecto-, de capital mayoritariamente privado incluyendo la Empresa Brasileira de Saneamento Ltda. que construiría el pozo.
El 8 de noviembre de 2000 se inicia la obra, el 31 de enero de 2001 se halla el 1º acuífero a 1180 m de profundidad, y culmina el 29 de abril de 2001 al cabo de 1375 metros de profundidad. El 5 de mayo del mismo año se activó el pozo obteniendo agua a 47º de temperatura, salada y semisurgente. A través de medios mecánicos se obtuvieron caudales de 150.000 litros por hora, cantidad holgadamente suficiente para la explotación en un balneario termal.
Debido a la alta salinidad de las aguas termales, Termas de María Grande S.A. decidió elegir el método de reinyectar las aguas excedentes. Este método es de uso común en la actividad petrolífera, por considerarse el de menor impacto ambiental.- Para ello se construyó un pozo de 380 metros de profundidad, donde existen napas de agua con un tenor salino similar al de las aguas termales.
El proceso se complementa con un monitoreo semestral de las muestras de agua potable extraída en los pozos distantes 500 metros de radio del complejo, para cotejar la variación que pudieran tener respecto a muestras que fueran protocolizadas el 7 de noviembre de 2003.